ESCRITORIO
ECONÓMICO
M.N.I. Jaime E. Mondragón M.
He comentado en ESCRITORIOS
anteriores sobre la Gran Recesión que agobia a la economía global y abordé lo
relativo a los pronósticos de expertos e instituciones para este año que inicia
con malos augurios. Ahora es
conveniente presentar las opciones
técnicas de carácter económico para resolver la crisis.
Apuntar que la solución
radica en la ESTRATEGIA que los gobiernos adopten no resuelve la cuestión. Hay que precisar qué estrategia es la que
deben utilizar. Y en este campo de las definiciones no hay más que dos
opciones:
a)
dejar operar libremente a la economía
neoliberal, quitando las regulaciones gubernamentales (remanentes) al MERCADO. Esta opción obligaría a México (por ejemplo) a realizar reformas estructurales pendientes (hacendaria, monetaria,
política, energética, educativa, de Estado, Moral);
b)
promover la intervención rectora del
gobierno en la economía. Esta propuesta
obligaría a reponer una administración económica de carácter keynesiano.
En la realidad es muy
difícil encontrar la aplicación de uno de estos extremos toda vez que hay
opciones intermedias que se diferencian por los porcentajes de MERCADO y de
intervención gubernamental.
Para la primer opción
(a) me permito hacer algunas precisiones:
una economía neoliberal se
caracteriza por la libertad muy amplia que tiene el MERCADO. Se supone que los
actores económicos deciden libre y racionalmente sus acciones. Y es el MERCADO
el que determina los precios y las opciones de inversión y consumo en un
contexto de competencia capitalista.
Por lo contrario, una economía intervenida (opción b) es aquella
en que las acciones y los resultados básicos de la economía son determinados
por la acción de control (o rectoría)
que ejerce el gobierno. Esta entidad
fija las tasas de interés, tipos de cambio,
salarios y precios oficiales, para
nuestro ejemplo. Por supuesto que hay diferentes niveles de intervención
gubernamental: desde una economía centralmente planificada (países socialistas)
hasta una economía con planificación flexible o Indicativa del tipo de la que
se aplicó en México en el periodo 1940 – 1982.
México tuvo una economía
de fuerte intervención estatal hasta 1983 y de entonces a la fecha la presencia
gubernamental se ido desvaneciendo,
siendo mínima a la fecha. En la
actualidad nos rige el MERCADO, aunque
todavía hay ciertas restricciones que lo limitan y que se pretende remover con
las reformas estructurales mencionadas anteriormente.
En diferentes
circunstancias y siempre con argumentos falaces, a la mayor parte de los países
del mundo se les impuso la economía de MERCADO (neoliberal). A México, como lo cité la semana pasada, se la impusieron el Fondo Monetario
Internacional, el Banco Mundial y el Departamento del Tesoro de los EUA en 1983
como condición para renegociar (?) la deuda exxxterna.
Reitero y enfatizo: la
aceptación de las obligaciones contenidas en la CARTA DE INTENCIÓN que el gobierno firmó con
esos organismos financieros impuso las
agresivas y desnacionalizadoras políticas económicas neoliberales que en
conjunto se conocen como CONSENSO DE WASHINGTON.
Sin embargo, luego de muchísimas y graves crisis
capitalistas que colapsaron economías nacionales (México, Brasil, Rusia, Argentina, Filipinas,
por ejemplo), la Gran Recesión Global de 2009 obliga a la revisión de
este Modelo económico que no fue capaz de impedir (¿o lo generó?) el desplome
de la producción y el empleo, el ingreso y el bienestar.
Dejando de lado el
análisis de los orígenes de la crisis global, analicemos las opciones que el
mundo tiene para enfrentar y superar la Gran Recesión que amenaza con
agravarse y adquirir dimensiones de DEPRESIÓN.
Podemos resumir la
cuestión apuntando que hay dos ESTRATEGIAS aplicables al caso: la Anticíclica y la Procíclica. La primera implica que los gobiernos deben
utilizar Políticas de Expansión de la
economía mientras que la segunda impondría una Estrategia de Contracción de la economía.
Estrategia Anticíclica o de expansión
económica
Contiene entre otras, las
siguientes medidas económicas básicas:
i) ampliación del Gasto Público (corriente y de inversión) ii) disminución de la carga fiscal (retiro,
disminución y/o devolución de impuestos iii)
generación y/o ampliación de subsidios a productores y consumidores iv) incremento moderado del Déficit fiscal y
de la Deuda Pública
v)
devaluación de la moneda vi) reducción de tasas de interés activas vii) aumento
de la masa monetaria (cantidad líquida y disponible de dinero) viii) promoción de
la inversión privada nacional y extranjera ix) operación de grandes programas de
construcción, modernización y/o ampliación de infraestructura productiva y
social para promover el Empleo x) aumento del salario y mejora de condiciones
laborales xi) ejecución de medidas proteccionistas y xi) ampliación del
Programa de Bienestar.
El Objetivo Económico General
y principal de esta Estrategia Anticíclica es frenar y revertir las tendencias
que favorecen la crisis y eventualmente superarla. Sus Objetivos Específicos son entre otros no
menos importantes, favorecer intensamente
la creación de empleo; proteger el ingreso de la clase trabajadora; promover la
inversión y la producción; incentivar el consumo; desalentar el ahorro; apoyar
la exportación y limitar la importación (proteccionismo); y elevar los niveles de Bienestar de la
población.
Estrategia Procíclica o de Contracción Económica
Se caracteriza por la
aplicación de las siguientes medidas económicas básicas:
i) Contracción del Gasto público (corriente y de
inversión) ii) control obsesivo de la inflación iii) ampliación
de la carga impositiva iv) disminución o retiro de subsidios y apoyos a
productores y consumidores v) reducción a ultranza del Déficit fiscal y la Deuda Pública vi) apreciación
de la moneda o mantenimiento de su tipo de cambio vii) aumento
de las tasas de interés viii) reducción de la masa monetaria (se seca la economía) ix) se mantiene o amplía la promoción a la
inversión extranjera y se limita la inversión nacional x) se
amplía y fortalece la apertura económica y xi) se
reducen o cancelan acciones gubernativas relacionadas con el Bienestar de la
población.
Esta Estrategia de Contracción Económica es
precisamente la que se aplica en
México. Y aclaro: no inició su aplicación en los años recientes
para enfrentar la Gran Recesión Global:
¡la padecemos desde 1983!. Es
particularmente agresiva con la población asalariada pero también es ofensiva
con los empresarios micro, pequeños y medianos. En contrario, es obsequiosa en extremo con
los grandes inversionistas y de manera muy especial, con los inversionistas
extranjeros.
Su Objetivo Económico
General consiste en lograr y mantener la salud
de las finanzas públicas. El crecimiento,
la promoción del Empleo y el Bienestar social le resulta irrelevante. Entre
sus Objetivos Económicos Específicos destacan
los siguientes: i) evitar el Déficit Fiscal; ii) no generar (o incrementar)
Deuda Pública; iii) contener la inflación; iv) mantener
bajo estricto control el Tipo de Cambio; v) impedir prácticas proteccionistas o nacionalistas;
vi) garantizar los aspectos jurídicos inherentes a la propiedad y la
inversión (particularmente extranjeras) y vii) mantener una imagen de modernidad y pujanza económicas
hacia el exterior.
Lo dejo, estimado
lector, con esta información económica relevante y con una pregunta y una
sugerencia.
PREGUNTA: ¿Qué ESTRATEGIA le parece la más conveniente
para nuestro país?
SUGERENCIA: analice a la luz de estas dos ESTRATEGIAS las
propuestas de los candidatos a la presidencia para que su decisión sea asertiva.
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