lunes, 20 de febrero de 2012


ESCRITORIO ECONÓMICO
M.N.I. Jaime E. Mondragón M.

CONTRASTES INTERNACIONALES (I)
El sábado 28 de enero se publicó en diferentes periódicos nacionales el excelente artículo titulado CONTRASTES INTERNACIONALES,  escrito por   el gran economista mexicano David Ibarra. El documento resume y explica magistralmente la problemática situación económica que enfrenta el mundo en los inicios de este año 2012. 
Este documento me ha permitido reflexionar algunas cuestiones de la mayor importancia,  las que presento en este ESCRITORIO  para que usted, estimado lector,  las lleve a mayor análisis y mejores conclusiones. 
En el primer párrafo de su documento el Maestro Ibarra manifiesta que  “de mantenerse las tasas de expansión actuales, China alcanzaría las dimensiones económicas de Estados Unidos en menos de 30 años y la India en menos de 50.”

REFLEXIÓN:   es necesario puntualizar que Ibarra alude al Producto Interno Bruto (PIB) y que según los cálculos de muchos analistas,  ciertamente China alcanzará a los EUA si ambos países mantienen sus tasas respectivas de crecimiento de los últimos diez años.  Sin embargo,  aún cuando el PIB sea de iguales dimensiones (volumen y valor) es menester reparar en que el PIB per cápita será mucho más favorable a los EUA que a China e India. 

Si bien es cierto que la población china ya presenta una tendencia hacia la baja y la norteamericana sigue creciendo,  no es lo mismo dividir el PIB entre los pocos millones de estadounidenses que entre los muchísimos millones de chinos e indios que poblarán la  tierra dentro de 30 años. Los norteamericanos seguirán siendo mucho más ricos.

En el 2do. párrafo se lee:  “China ya es la segunda potencia mundial exportadora de bienes y servicios, ocupa el primer lugar en producción agrícola y energía, el segundo en la oferta industrial”.

REFLEXIÓN:  Sin dejar de reconocer el brío del crecimiento económico chino, es conveniente hacer notar que una parte muy significativa de sus exportaciones son producidas por empresas internacionales asentadas en sus corredores industriales del sudeste,  en sus Zonas de Economía Especial en las que se practica una economía supercapitalista con todos sus defectos (Hong Kong,  Shenshen,  Guandong, Beijin y otros). 

Debo recordar que el PIB es la suma (expresada en precios corrientes)  de todos los bienes y servicios que produce un país en un año.  No importa si la producción es generada por empresas chinas o extranjeras mientras que se produzca en suelo chino.

Respecto a que China ocupa el primer lugar mundial en la producción agrícola,  dato estadísticamente cierto, es conveniente apuntar que los grandes volúmenes de alimentos que genera su agricultura (con estructuras tecnológicas de atraso evidente en la mayor parte del territorio chino) apenas alimentan medianamente a su gran población. 

Más todavía: en la medida en que el ingreso percápita crece en china,  la demanda de alimentos de la población y de insumos por la industria también aumenta y por ello ese país es importador creciente de alimentos y materia primas, presionando la oferta mundial y haciendo que se eleven los precios internacionales.

En lo que a la producción de energía atañe,  se debe apuntar que China es deficitaria en la producción de petróleo y otras energías  (nuclear, eólica, solar) y que en consecuencia y por necesidad, es productora y consumidora intensiva de la energía más sucia y contaminadora: la de carbón marrón. Un dato aterrador sobre esta materia es que entre las 10 ciudades más contaminadas del mundo, 7 son chinas.

Su calidad de segundo productor industrial a nivel planetario se debe a la producción (mayoritaria y de mayor complejidad tecnológica) que aportan las empresas extranjeras (de maquila). Sin embargo, las empresas industriales chinas presentan una tasa impresionante de nacimiento y desarrollo y si mantienen esta dinámica,  en pocos años sí que podremos hablar de una gran producción auténticamente china.

En el 3er. párrafo David Ibarra apunta algo muy importante de destacar:  “entre las dos décadas que van DE 1990 A 2010, LA TASA MEDIA DE CRECIMIENTO ECONÓMICO DEL MUNDO APENAS PERDIÓ TRES DÉCIMAS, A PESAR DE LA CRISIS DE 2008, pero ello refleja comportamientos muy diferentes entre los países industrializados y en desarrollo.”

REFLEXIÓN: me impresionó muchísimo el dato relativo a la pérdida insignificante de crecimiento económico global. Con una pérdida tan baja es muy difícil explicar  la Gran Recesión Global, la crisis más severa de los últimos 70 años. Y tiene razón Ibarra al apuntar que se han invertido los papeles.  Los países que eran líderes en la economía son ahora los rezagados y los que tienen déficits,  deudas  y problemas muy graves. 
El primer mundo era acreedor agiotista y explotador despiadado del tercer mundo.  Ahora estos pocos países tienen deudas con el tercer mundo que no pueden saldar. Y conste que no se incorpora la deuda moral porque lo infinito no puede medirse y valorarse. 
Sin duda, el país más endeudado es Estados Unidos pero Europa tiene una situación todavía más complicada por su incapacidad manifiesta para responder a los reclamos financieros.  La ventaja principal de EUA radica en el dólar,  que es la moneda internacional de reserva.  Pero por otra parte, cada dólar es una obligación de pago para el país emisor y por esta circunstancia la deuda norteamericana con el mundo es enorme. 
Si el dólar no se ha desplomado (cosa que convendría a los EUA) es porque todos los países lo mantienen a flote por la simple razón de que sus reservas están constituidas en su mayor parte por dólares.
En el 4to. Párrafo de CONTRASTES INTERNACIONALES se lee:  “Las regiones más afectadas por la pérdida del dinamismo económico son EU y Europa (con reducción del ritmo de expansión cercano a 40%. En contraste, en las economías de China y la India se da la evolución contraria, subiendo sus tasas de crecimiento de 7.9% a 10.3% en el primer caso y de 5.7% a 7.5% en el segundo. ”

REFLEXIÓN: destaca David Ibarra y lo hago también yo, que los países característicamente más pobres (China,  India y Brasil) son los que sostienen ahora la economía mundial y sus poblaciones mejoran notablemente sus niveles de bienestar.

El problema principal de los países ricos venidos a  menos es la envidia y la no aceptación de las razones de su declive.  Les falta aceptar una lección histórica: Todos los imperios del mundo han nacido, se han desarrollado y finalmente han decaído hasta desaparecer. Y todos por la misma causa: arrogancia.  Para que entiendan su situación actual,  sugeriré a los atribulados norteamericanos y europeos la lectura profunda de un libro excelente: “Auge y caída de las grandes naciones”,  del brillante historiador Paul Kennedy.

Continuaré la próxima semana.


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