ESCRITORIO ECONÓMICO
M.N.I. Jaime E. Mondragón M.
CONTRASTES INTERNACIONALES
(I)
El sábado 28 de enero se
publicó en diferentes periódicos nacionales el excelente artículo titulado
CONTRASTES INTERNACIONALES, escrito
por el gran economista mexicano David
Ibarra. El documento resume y explica magistralmente la problemática situación
económica que enfrenta el mundo en los inicios de este año 2012.
Este documento me ha
permitido reflexionar algunas cuestiones de la mayor importancia, las que presento en este ESCRITORIO para que usted, estimado lector, las lleve a mayor análisis y mejores
conclusiones.
En el primer párrafo de su documento el
Maestro Ibarra manifiesta que “de mantenerse las tasas de expansión actuales, China
alcanzaría las dimensiones económicas de Estados Unidos en menos de 30 años y
la India en menos de 50.”
REFLEXIÓN: es necesario puntualizar que Ibarra alude al
Producto Interno Bruto (PIB) y que según los cálculos de muchos analistas, ciertamente China alcanzará a los EUA si
ambos países mantienen sus tasas respectivas de crecimiento de los últimos diez
años. Sin embargo, aún cuando el PIB sea de iguales dimensiones
(volumen y valor) es menester reparar en que el PIB per cápita será mucho más
favorable a los EUA que a China e India.
Si bien es cierto que la población china
ya presenta una tendencia hacia la baja y la norteamericana sigue creciendo, no es lo mismo dividir el PIB entre los pocos
millones de estadounidenses que entre los muchísimos millones de chinos e
indios que poblarán la tierra dentro de
30 años. Los norteamericanos seguirán siendo mucho más ricos.
En el 2do. párrafo se lee: “China
ya es la segunda potencia mundial exportadora de bienes y servicios, ocupa el
primer lugar en producción agrícola y energía, el segundo en la oferta
industrial”.
REFLEXIÓN: Sin dejar de reconocer el brío del
crecimiento económico chino, es conveniente hacer notar que una parte muy
significativa de sus exportaciones son producidas por empresas internacionales
asentadas en sus corredores industriales del sudeste, en sus Zonas de Economía Especial en las que
se practica una economía supercapitalista con todos sus defectos (Hong
Kong, Shenshen, Guandong, Beijin y otros).
Debo recordar que el PIB es la suma
(expresada en precios corrientes) de
todos los bienes y servicios que produce un país en un año. No importa si la producción es generada por empresas
chinas o extranjeras mientras que se produzca en suelo chino.
Respecto a que China ocupa el primer
lugar mundial en la producción agrícola,
dato estadísticamente cierto, es conveniente apuntar que los grandes
volúmenes de alimentos que genera su agricultura (con estructuras tecnológicas
de atraso evidente en la mayor parte del territorio chino) apenas alimentan
medianamente a su gran población.
Más todavía: en la medida en que el
ingreso percápita crece en china, la
demanda de alimentos de la población y de insumos por la industria también
aumenta y por ello ese país es importador creciente de alimentos y materia
primas, presionando la oferta mundial y haciendo que se eleven los precios
internacionales.
En lo que a la producción de energía atañe, se debe apuntar que China es deficitaria en
la producción de petróleo y otras energías (nuclear, eólica, solar) y que en consecuencia
y por necesidad, es productora y consumidora intensiva de la energía más sucia
y contaminadora: la de carbón marrón. Un dato aterrador sobre esta materia es
que entre las 10 ciudades más contaminadas del mundo, 7 son chinas.
Su calidad de segundo productor
industrial a nivel planetario se debe a la producción (mayoritaria y de mayor
complejidad tecnológica) que aportan las empresas extranjeras (de maquila). Sin
embargo, las empresas industriales chinas presentan una tasa impresionante de nacimiento y desarrollo y si mantienen
esta dinámica, en pocos años sí que
podremos hablar de una gran producción auténticamente china.
En el 3er. párrafo David Ibarra apunta
algo muy importante de destacar: “entre las dos décadas que van DE 1990 A
2010, LA TASA MEDIA DE CRECIMIENTO ECONÓMICO DEL MUNDO APENAS PERDIÓ TRES
DÉCIMAS, A PESAR DE LA CRISIS DE 2008, pero ello refleja comportamientos muy
diferentes entre los países industrializados y en desarrollo.”
REFLEXIÓN: me impresionó
muchísimo el dato relativo a la pérdida insignificante de crecimiento económico
global. Con una pérdida tan baja es muy difícil explicar la Gran Recesión Global, la crisis más severa
de los últimos 70 años. Y tiene razón Ibarra al apuntar que se han invertido
los papeles. Los países que eran líderes
en la economía son ahora los rezagados y los que tienen déficits, deudas
y problemas muy graves.
El primer mundo era acreedor
agiotista y explotador despiadado del tercer mundo. Ahora estos pocos países tienen deudas con el
tercer mundo que no pueden saldar. Y conste que no se incorpora la deuda moral
porque lo infinito no puede medirse y valorarse.
Sin duda, el país más
endeudado es Estados Unidos pero Europa tiene una situación todavía más
complicada por su incapacidad manifiesta para responder a los reclamos
financieros. La ventaja principal de EUA
radica en el dólar, que es la moneda
internacional de reserva. Pero por otra
parte, cada dólar es una obligación de pago para el país emisor y por esta
circunstancia la deuda norteamericana con el mundo es enorme.
Si el dólar no se ha
desplomado (cosa que convendría a los EUA) es porque todos los países lo
mantienen a flote por la simple razón de que sus reservas están constituidas en
su mayor parte por dólares.
En el 4to. Párrafo de CONTRASTES INTERNACIONALES
se lee: “Las regiones más afectadas por la
pérdida del dinamismo económico son EU y Europa (con reducción del ritmo de
expansión cercano a 40%. En contraste, en las economías de China y la India se
da la evolución contraria, subiendo sus tasas de crecimiento de 7.9% a 10.3% en
el primer caso y de 5.7% a 7.5% en el segundo. ”
REFLEXIÓN: destaca David Ibarra y lo
hago también yo, que los países característicamente más pobres (China, India y Brasil) son los que sostienen ahora la
economía mundial y sus poblaciones mejoran notablemente sus niveles de
bienestar.
El problema principal de los países
ricos venidos a menos es la envidia y la
no aceptación de las razones de su declive.
Les falta aceptar una lección histórica: Todos los imperios del mundo han
nacido, se han desarrollado y finalmente han decaído hasta desaparecer. Y todos
por la misma causa: arrogancia. Para que
entiendan su situación actual, sugeriré
a los atribulados norteamericanos y europeos la lectura profunda de un libro
excelente: “Auge y caída de las grandes naciones”, del brillante historiador Paul Kennedy.
Continuaré la próxima semana.
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