SÍNTESIS Y ANÁLISIS DE
LA INFORMACIÓN BÁSICA DEL ENTORNO GLOBAL DE LOS NEGOCIOS
M.N.I. Jaime E. Mondragón M.
UNA INVITACIÓN MUY CORDIAL PARA QUE VISITEN MI BLOG
(en construcción)
Un saludo de nuestra querida institución
universitaria que presenta a la elevada consideración de Maestros,
investigadores, alumnos, funcionarios y empresarios el presente
documento que informa de los acontecimientos relevantes del entorno global de
los negocios.
ITESCA, 23 de febrero de 2012
“Un emprendedor ve oportunidades
allá donde otros solo ven problemas”.
Michael Gerber.
Noticias nacionales
*
Han cerrado más de 120 mil empresas en lo que va del año
El portal del SIEM reporta 656 mil 247, mientras al cierre de 2011 eran 778 mil 564
Caída de 15.7%; es la cifra más baja de negocios registrados en el presente sexenio
Contrastan los datos reportados en el
Inegi con los del sistema dependiente de Economía
Periódico La Jornada
Jueves 23 de febrero de 2012
Más de 120 mil empresas
han cerrado o se han dado de baja del Sistema de Información Empresarial
Mexicano (SIEM) en lo que va del año.
La información del portal, que
administra la Secretaría de Economía y donde se registran las unidades
económicas que hay en el país, señala que hasta el cierre de 2011 había 778 mil
564 registros en la base de datos, mientras en lo que va de 2012 sólo se
contabilizan 656 mil 247 (es decir 122 mil 317 unidades menos) la cifra más
baja en todo el sexenio.
Esa disminución en el número de
establecimientos equivale a una caída de 15.7 por ciento en menos de dos meses.
La información del SIEM revela que de
enero de 2007, cuando empezó la actual administración, a la fecha, 54 mil 996
empresas se dieron de baja del registro, aunque no precisa cuántas de éstas
bajas correspondieron a cierres.
Además señala que en 2008, al inicio
de la crisis económica, el número de registros de empresas en el país cerró el
año en 691 mil 835 unidades. Para 2009 ya había subido a 719 mil 654 y llegó
hasta 746 mil 359 en 2010. El año pasado volvió a subir hasta alcanzar los 778
mil 564 registros.
Registro obligatorio
De acuerdo con el artículo 30 de la
Ley de Cámaras Empresariales y sus Confederaciones, todos los comerciantes e
industriales, sin excepción y deberán de registrar y actualizar anualmente cada
uno de sus establecimientos en el SIEM.
Sin embargo, dicha disposición no se
aplica a todos los comerciantes e industriales que ni se encuentren
establecidos y que no estén sujetos a un régimen fiscal.
Según el Instituto Nacional de
Geografía y Estadística (Inegi), hasta 2010 en México había un total de 3
millones 724 mil 19 empresas.
Del total de unidades que reporta el
Inegi, las registradas en el SIEM apenas representan 17.6 por ciento.
El SIEM fue creado a principios de
1996 por la entonces Subsecretaría de Promoción de la Industria y el Comercio
Exterior (hoy Subsecretaría para la Pequeña y Mediana Empresas) con el objetivo
de contar con información específica de las empresas que integraran determinado
sector o zona geográfica, para aplicarla en la ejecución de los diversos
programas de promoción e integración industrial.
Entre la información que arroja su
base de datos destaca que del total de unidades registradas, apenas 4.4 por
ciento (es decir 28 mil 18 empresas) le venden productos y servicios al
gobierno federal.
Durante la última Expo Compras de
Gobierno realizada a mediados de este mes, la Cámara Nacional de la Industria
de la Transformación (Canacintra) informó que de 78 mil pequeñas y medianas
empresas (Pymes) se habían visto beneficiadas del programa durante 2011, lo que
significa que casi 50 mil empresas que vendieron al gobierno federal no estaban
registradas en el SIEM.
Los datos del Sistema dan cuenta
también de que la mayoría de las empresas establecidas en México no importan ni
exportan sus productos, y apenas una pequeña parte tiene presencia a nivel
nacional.
Del total de las unidades económicas, sólo 1.6 por ciento (10 mil 969)
exportan sus productos a otros países, mientras 2.9 por ciento (19 mil 593)
importan materiales.
Sólo 4.1 por ciento (26 mil 693 empresas) tienen presencia a nivel
nacional; 4.9 por ciento (32 mil 232) son regionales y el 91 por ciento
restantes (597 mil 322) son de tipo local.
COMENTARIOS:
Sin duda, una nota que
aporta excelente información sobre el número, tipo y mortalidad de las empresas
que tiene nuestro país. No sorprende la
cantidad de empresas que desaparecen pero sí preocupa. Por supuesto,
la nota no presenta las causas del cierre o Baja de las empresas pero
podemos suponer dos causas principales: a)
la crisis económica y b) la
inseguridad, la que es particularmente aguda
en la zona norte del país.
Sin entrar en detalle de la estadística que es muy variada y
precisa y oficial, lo que es menester destacar es la fortísima incidencia de
los negocios (empresas) de carácter informal y muy de notar y señalar, sus ciclos tan cortos de vida, aspecto muy importante que no se aborda pero
que el interesado puede obtener en los bancos de información de la Secretaría
de Economía y/ de CANACINTRA.
La inmadurez de las empresas implica que un porcentaje minúsculo
de ellas exporte sus mercancías y que el 91% de ellas sean de tipo local. Estas empresas locales en un muy elevado
porcentaje presentan aspectos de precarización que se manifiestan por i) baja
capitalización ii) escaso capital iii) instalaciones inadecuadas iv) bajos niveles de uso de tecnología v) niveles insatisfactorios de escolaridad y
capacitación de los empresarios vi) indicadores de eficiencia sumamente bajos vi) niveles bajos de contratación con salarios reducidos y limitadas prestaciones
al personal vii) mucha mano de obra
familiar viii) alta rotación de personal. En suma,
muchas características que son determinantes de una estadística que da
cuenta de una elevada incidencia de muerte prematura de los negocios en México.
Noticias internacionales
* China asegura que ayudará a la
zona euro a través del FMI
La crisis actual en la zona euro es el mayor riesgo para el
crecimiento chino, que caerá bruscamente si hay recesión aguda
EFE
PEKÍN, 22 de febrero.-
China quiere ayudar a resolver la crisis de la deuda soberana en la zona euro a
través del Fondo Monetario Internacional (FMI) y si otros países lo hacen, dijo
hoy el representante en Pekín de ese organismo, Murtaza Syed.
El Gobierno chino “ayudará
a través del FMI”, pero “no quiere ser el único y ha de ir acompañado”, según
Syed, que explicó que “puede ser mediante el aumento de la cuota (al FMI),
proceso largo, o a un fondo de recursos especiales, vía potencialmente más
rápida. Eso aparte de la compra de
bonos y bienes en la Unión Europea (UE)”.
En declaraciones a la
prensa, el representante del FMI indicó que “mucho está pasando entre
bambalinas. Hay muchas negociaciones que los países tienen que acordar, además
de que nadie quiere ser el primero en lanzarse a ofrecer”.
Según Syed, para Pekín
resulta un problema explicar la concesión de ayuda a la opinión pública china,
reticente a la misma, “lo que está causando sensación de que hay retraso (en
anunciar inyección de fondos) o de que nada pasa”.
Lo que está “muy claro”
es que los recursos chinos irán al FMI “para demostrar a su población que es
bueno” cooperar con la institución, agregó.
Para el FMI, la crisis
actual en la zona euro es el mayor riesgo para el crecimiento chino, que caerá
bruscamente si hay recesión aguda y si Pekín no adopta medidas para impulsar el
consumo y las importaciones en lugar de infraestructuras.
“Además, los resultados
del crecimiento chino no se han distribuido con igualdad y si aumenta la
desigualdad, a China de será muy difícil avanzar en un crecimiento sostenido”,
concluyó.
COMENTARIOS:
Nuevamente tratamos el asunto de la posible cooperación china
en la recuperación financiera de Europa.
Y del mundo, a mejor decir, toda vez que si Europa se recupera la
velocidad de la recuperación económica norteamericana se acelerará. Y por supuesto, nuestro país (México) depende de la
recuperación de los EUA.
No extraña que los chinos se inclinen a prestar su apoyo
financiero ya que es imprescindible para ellos que Europa se recupere ya que
este continente representa, con los
EUA, el mejor mercado para sus
mercancías.
En días pasados apunté que la posibilidad del concurso de
China para resolver el problema financiero mundial se daría a través del
FMI, opción que esta nota parece
confirmar. Y es que China no puede
prestar a Grecia, Portugal, España o Italia peros í puede facilitar
recursos al FMI y justificar su acción al pueblo chino. El FMI sí garantiza el pago oportuno y cabal
de sus obligaciones mientras que los citados países europeos implican grandes
riesgos de recuperación.
Con todo y como lo apunté en su oportunidad, quedan pendientes por revisar las exigencias
que China pondrá al organismo multinacional y al mundo para hacer efectiva su
aportación de recursos financieros. Que no serán cualquier cosa, por supuesto y que tienen que ver con el
aprovisionamiento de materias primas,
especialmente una cuota de petróleo, Derechos Humanos, acatamiento de
los Derechos de Propiedad Intelectual, modificación del valor del renminbi
(Yuan) y cuestiones de seguridad en el Oriente,
que implicarían la disminución de la presencia y poderío militar
norteamericano. En síntesis, cuestiones delicadas, muy delicadas de negociar pero que serán
condiciones inevitables para que China aporte los recursos urgentes que
paliarían la crisis financiera mundial.
Las negociaciones serán ásperas pero son necesarias y ellas
conducirán a una reconformación económica y política del mundo en la que China
ocupará una posición más relevante y desempeñará roles mucho más
importantes. Pero una cosa quedará
aparentemente clara y seguramente los chinos la harán valer: que el sistema
capitalista (Europa y los EUA) fracasó y el sistema comunista (que representa
China) es la opción que rescata al mundo del fracaso. Esta situación podría representar para los
chinos una herramienta muy valiosa para realizar una campaña de concientización
mundial que gire alrededor de las opciones que ofrece el sistema comunista para
el desarrollo de la humanidad.
El asunto, contemplado
desde esta óptica, se convierte entonces
en un choque de ideologías que no es fácil que los EUA acepten por razones de
dominio imperial. Sería ceder espacios a
la potencia emergente china y,
francamente no creo que los celosos norteamericanos estén en disposición
de reducir su poder en el planeta.
¿Usted que opina?
Editoriales y Artículos
*
En el laboratorio secreto de la
producción burguesa
Alejandro Nadal
Mucho se ha escrito
sobre la naturaleza de la crisis global. Los economistas heterodoxos y
post-Keynesianos han hecho importantes contribuciones. Pero parece que siempre
se les queda algo crucial en el tintero. Las perspectivas de corte marxista
sobre los orígenes y evolución de la crisis son claves para suplir estas
lagunas y completar nuestra comprensión de la naturaleza de la crisis.
Los enfoques de Marx
sobre las crisis del capital se encuentran diseminados en muchos trabajos
(entre los que destaca la Contribución a la crítica de la economía política,
los Gründrisse y, por supuesto El Capital y las Teorías sobre la plusvalía).
Pero en todos existe un hilo conductor: la crisis no es una patología del
capital, es resultado de las contradicciones que le definen como modo de
producción históricamente determinado. La crisis está íntimamente ligada a la
lucha de clases.
El descalabro en el
sector de las hipotecas chatarra en Estados Unidos es sólo un eslabón en una
cadena que arranca de acontecimientos que arranca en los años setenta con la
caída en la tasa de ganancia en Estados Unidos y Europa. Ese fenómeno ha sido
estudiado y corroborado por muchos autores, entre los que destacan Gérard
Duménil y Dominique Lévy, Michel Husson, Anwar Shaikh, Fred Moseley, James
Crotty y Robert Brenner. Un estudio econométrico interesante es el de Basu y
Manolakos (scholarworks.umass.edu).
Las causas de esta
caída en la tasa de ganancia son objeto de un acalorado debate. En todas las
interpretaciones, la lucha de clases está presente. Algunos autores prefieren
la interpretación en términos de un incremento en la composición orgánica del
capital (mayor mecanización para incrementar la productividad), mientras que
otros se inclinan por los incrementos en salarios o la relación entre trabajo
productivo e improductivo.
Frente a la reducción
en la rentabilidad, la clase capitalista reacciona con gran fuerza y busca por
todos los medios reducir el salario real. En este proceso se desencadena una
gran ofensiva en contra de los sindicatos a partir de 1971-73. Más tarde se
complementa esto con la contratación temporal, la segmentación del proceso
productivo, y hasta la colocación de plantas enteras en países con bajos costos
laborales (eufemismo que significa salarios miseria).
La clase capitalista
tuvo gran éxito en su ofensiva. El salario real se estancó desde los años
setenta y la clase trabajadora tuvo que compensar esa pérdida con mayor
endeudamiento. Para decirlo de otra manera, el salario dejó de ser importante y
el endeudamiento le reemplazó como principal referente para la reproducción de
la fuerza de trabajo. La medida del triunfo del capital está en la magnitud de
la crisis global que hoy hunde a las economías capitalistas.
La reducción en la
rentabilidad en los años setenta generó incentivos para la especulación en el
sector financiero. Para el capital, la producción es un mal necesario; su sueño
es pasar directamente a la rentabilidad sin tener que contratar trabajadores y
comprar medios de producción. Por eso, según Marx, todas las naciones
capitalistas son periódicamente presa de un deseo febril de producir ganancias
sin tener que pasar por la producción. Pero faltaban los caminos para cumplir
este deseo.
El colapso del sistema
de Bretton Woods (de paridades fijas) aumentó el riesgo cambiario para los
capitalistas, pero también abrió un enorme campo de acción para la especulación
en los mercados de divisas. La liberalización financiera permitiría el pleno
aprovechamiento de este terreno. Una consecuencia directa de esta combinación
es el surgimiento del monstruo financiero que hoy domina no sólo a la política
macroeconómica, sino que pone de rodillas a estados completos.
La interpretación
marxista de la crisis entreteje una iluminadora narrativa que va desde la lucha
de clases en el interior del laboratorio secreto de la producción burguesa
(fórmula de Marx al iniciar su análisis del proceso de producción capitalista)
hasta la circulación general y la expansión del sector financiero, pasando por
la evolución de la tasa de ganancia y la inversión. Este análisis integra
también el papel del Estado y del gasto público en la reproducción del ciclo
del capital. Se comprende así la naturaleza suicida de las políticas de
austeridad que hoy se imponen en beneficio del capital financiero.
Los problemas teóricos
que ha enfrentado el análisis marxista, en especial en lo que se refiere al
problema de la transformación de valores en precios de producción no debe
impedir recurrir a la rica perspectiva analítica marxista para comprender la
naturaleza de la crisis actual.
El capital tiene sus
propias interpretaciones sobre sus crisis y ciclos. Están destinadas a
facilitar la intervención en el terreno de la política económica. La
perspectiva desde un análisis marxista tiene un objetivo diferente: revelar a
la clase trabajadora las fuerzas con las que puede deponer y remplazar al
capital.
COMENTARIOS:
Soy fan de Alejandro Nadal y no lo oculto. Soy lector ávido y fiel de este analista y
sin embargo no me ciega la razón la intensa luz con que brilla. Le he criticado pero son más, muchas más las
veces en que concuerdo plenamente con Nadal y es mucho lo que le aprendo.
Con este artículo Nadal me convence de su elevada calidad
intelectual porque su análisis desde la
óptica marxista es muy atractivo pero encima de todo, muy efectivo para entender la naturaleza y
contenidos del gran problema económico que enfrenta el sistema económico
global. Un sistema económico capitalista
en la fase de Imperialismo, para ser
precisos.
En suma, la tesis
marxista a que alude Nadal precisa que la crisis se genera por la ambición de
los capitalistas que al ver disminuir su tasa de ganancia en los años 70s del
siglo pasado, deciden recuperar a través
de la disminución de la parte que corresponde a los trabajadores en el proceso
de la producción. De esta manera se entiende
que inicie la caída de los salarios y prestaciones laborales, para lo cual fue necesario debilitar las
estructuras de las organizaciones de los trabajadores (sindicatos). Dos caminos siguen para elevar la ganancia
los capitalistas:
i) Incrementar
la plusvalía relativa, que significa que
incrementaron el capital fijo (máquinas y procesos más eficientes) y
disminuyeron personal y
ii)
Al
elevar el número de desempleados, pudieron incrementar la plusvalía
absoluta, lo que implica que exigieron
como condiciones para contratar que el personal aceptara salarios menores y/o jornadas
más largas, lo que también explica que
los centros de producción hayan sido llevados a paraísos laborales y fiscales
en los que el capital encuentra las facilidades extraordinarias que requiere
para maximizar sus ganancias.
Es una pena que los profesionales de la economía y ciencias
afines no estudien ya el modelo económico marxista. Está vedado en las
universidades del mundo,
“aburguesadas” diría Carlos
Marx, lo que quiere decir que están al
servicio de los intereses del capital.
En concreto, las tesis socialistas concluirían que las universidades se
han convertido (finalmente) en los Centros
Generadores de los trabajadores que las empresas requieren.
Y el dictamen socialista no está equivocado, porque de las
universidades emergen los estudiantes con las competencias (habilidades) para
operar eficientemente los paquetes tecnológicos y administrativos de las
grandes empresas y no con conocimientos críticos que le permitan entender la
realidad para poderla modificar en beneficio de las mayorías. Emergen los
estudiantes con una ideología (superestructura) modelada para servir a los
intereses que son precisamente los contrarios de su bienestar. No cuestionan su realidad porque carecen de
elementos de análisis para entenderla.
No pueden en consecuencia visualizar una situación mejor, por más incluyente y justa, que la situación
opresiva que viven.
Para entender a cabalidad el contenido excelente del artículo
de Nadal se requieren conocimientos básicos de economía marxista y en la
actualidad pocos profesionales y estudiantes los tienen. Ni los estudiantes y
profesionales jóvenes de Economía tienen estos apreciados conocimientos porque
las materias de Filosofía Económica,
Economía Política e Historia del Pensamiento Económico han sido lamentablemente
suprimidas o mutiladas de su Programa de Licenciatura, lo mismo que ya se prohibió la impartición de
cátedras de Filosofía, Ética y Civismo
en las escuelas Preparatorias y Secundarias.
Se trata de que los estudiantes y los ciudadanos piensen lo
menos y sean más Programables (autómatas) cada vez para asegurar el logro de
los objetivos vinculados con el Modelo Económico Capitalista (en su fase
imperialista) que nos rige y que está inmerso en una gran crisis, de la que podrá recuperarse pero sólo para
entrar a otra más profunda y lacerante después.
Pero esta carencia lamentable de preparación académica y
cultural de los estudiantes y profesionales de la actualidad no le resta valor
al artículo de Nadal pero si demanda que “se traduzca” su escrito para que sea
de entendimiento general. Hay que
bajarlo de nivel para que sea accesible a la mayoría de los ciudadanos,
trabajadores, empresarios y
estudiosos. Esta tarea prometo
acometerla en algún ESCRITORIO ECONÓMICO próximo y por supuesto, lo subiré a mi Blog (¿ya me hizo el honor de visitarlo? Aunque le aclaro que todavía lo tengo en
“construcción” y por ello le ofrezco las disculpas que la obra pueda
ocasionarle. Aunque en la parte superior se consigna, le repito mi
dirección: http://jaimemondragon.blogspot.com).
* De campañas a campañas
|
José Woldenberg
23 Feb. 12
En la temporada electoral los partidos y los candidatos asumen un papel central. No puede ser de otra manera. Al conocerse el elenco toman el lugar de las estrellas. Tras ellos, como en el cine, aparecen los actores secundarios, de reparto y hasta los extras, pero nadie les puede ni debe hacer sombra.
En la temporada electoral los partidos y los candidatos asumen un papel central. No puede ser de otra manera. Al conocerse el elenco toman el lugar de las estrellas. Tras ellos, como en el cine, aparecen los actores secundarios, de reparto y hasta los extras, pero nadie les puede ni debe hacer sombra.
Las estructuras, las redes de relaciones, la organización de los partidos
son el basamento sobre el cual se realizan las campañas. Y los candidatos son
algo más que el rostro reconocible de las diferentes opciones, se convierten en
la encarnación de los diagnósticos y programas de sus organizaciones, y
representan las esperanzas y fobias del “respetable”. Entre ambos -partidos y
candidatos- escriben buena parte del argumento, los giros de la historia e
incluso los momentos chuscos del melodrama. De tal suerte que decir que de
ellos depende, en primer lugar, la calidad de la contienda, es un
descubrimiento como el del agua tibia.
Pero las campañas no transcurren en el vacío. El escenario es lo
suficientemente grande como para que los partidos y los candidatos se
encuentren solos en él. Hay muchos otros actores con intereses, proyectos,
aversiones, delirios, que quieren ser parte de la trama. Y que se mueven de
manera pública o soterrada para hacer avanzar sus ambiciones. Así es y así debe
ser. De tal manera que las campañas son modeladas por los competidores, pero
resulta importante observar qué tanto éstos tienen que responder a las
exigencias y anhelos de la sociedad en la que hacen política y a la que quieren
representar.
Mucho hemos idealizado a la llamada sociedad civil, que si mal no entiendo
no es otra cosa que la sociedad organizada. Un término que corrió con éxito
luego del temblor que literalmente cimbró a la capital en 1985, pero que cuando
uno realmente se acerca a ella lo que observa es un déficit enorme,
precisamente, de organización. La inmensa mayoría de las personas no participa
en asociación alguna y las agrupaciones existentes son escasas. Contamos con una
sociedad civil epidérmica, desigual e incluso polarizada en cuanto a poder.
Contra los cánticos recurrentes para elogiarla e incluso sacralizarla, en
México la participación ciudadana en los asuntos de todos es precaria e
intermitente.
Cierto, hubo una vigorosa ola asociacionista en los últimos lustros. Junto
a las organizaciones tradicionales -obreras, agrarias, empresariales-,
aparecieron importantes formaciones en defensa de los derechos humanos, el
medio ambiente y los recursos naturales, el voto y la transparencia,
feministas, gays, de colonos y vecinos, y súmele usted, que presagiaban un
robustecimiento de la sociedad organizada. Pero los adjetivos colocados en el
párrafo anterior no creo que sean caprichosos: sigue siendo epidérmica, porque
solo una minoría de los ciudadanos participa de manera sistemática en la “cosa
pública” o siquiera se interesa por algún tema de la misma; más bien, la
inmensa mayoría se recluye en sus asuntos, construye fortalezas para su vida
privada, y deja a otros participar en los temas que supuestamente son de todos.
Es desigual, porque mientras algunos “sectores” se encuentran muy bien
organizados, otros carecen por completo de voz. Lo que la hace también
polarizada, ya que los intereses de unos gravitan con mucho más fuerza que los
que ni siquiera aparecen en el radar.
Pues bien, la calidad de las campañas también depende de ello. Si existe
una sociedad civil fuerte, demandante, capaz de colocar sobre la mesa sus
iniciativas y preocupaciones, la contienda transcurrirá en un contexto de
exigencia superior; los políticos y los partidos no solo no le podrán dar la
espalda sino que se verán obligados a tender puentes de comunicación con ella.
Si por el contrario eso que llamamos sociedad civil resulta débil, floja,
pequeña; si sus intereses y propuestas no ven la luz del día, si no encarna en
asociaciones robustas y activas; los partidos y los candidatos podrán actuar
con mucho mayores grados de libertad. De tal suerte que la calidad de la lucha
electoral depende también de la fortaleza y el grado de sofisticación de eso
que a falta de mejor nombre seguimos llamando sociedad civil.
Entonces, en efecto, hay de campañas a campañas. Mientras en algunas los
diagnósticos y las propuestas, los intentos por dotar de sentido al ahora y al
futuro inmediato, llenan (o casi) el espacio público; en otras, puede darse un
vaciamiento de contenidos, que tienda a convertirlas en una feria de
ocurrencias, jingles, sonrisas, discursos huecos. Cierto, las estrellas son las
primeras responsables de la calidad del espectáculo, pero el resto, la sociedad
que observa, da la espalda o participa, se organiza o no, vota o se abstiene,
algo explica de la peculiaridad de la función. O como escribió Fernando
Escalante comprimiendo a Migdal: “el Estado es parte de la sociedad, y no una
entidad separada, distinta, con lógica propia”. Una idea elemental, pero
fundamental. (Joel S. Migdal. Estados débiles, Estados fuertes. FCE).
COMENTARIOS:
José Woldenberg es un analista
excepcional y por esta calidad suya es que no suelo criticar sus propuestas. No llega a tanto mi atrevimiento pero siempre
hago algunas reflexiones alrededor de sus publicaciones. Es muy difícil sustraerme a esta labor por la
pasión intelectual que despierta este Doctor en Política que hiciera un excelente papel al frente del
IFE en los tiempos en que se logró la alternancia en México.
Ah … qué magníficos
los tiempos del IFE bajo el mando de Woldenberg! En cambio ahora …
En este escrito José Woldenberg nos
destaca una línea interesante: la participación
de la Sociedad Civil en los procesos electorales. Prácticamente hace pública una Convocatoria
para que las organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) se manifiesten, que participen en las contiendas electorales. No es mala idea, por supuesto.
Al respecto, a mí me parece conveniente establecer que en
ellas, las Organizaciones de la Sociedad
Civil (OSC), hay un prurito (comezón o
alergia declarada) en contra de los políticos y sin duda, por la calidad tan cuestionable de ellos las
OSC tienen justificación absoluta para alejarse del minado y desacreditado campo
de la política. Sin embargo, que se alejen de ella, la política,
no significa que las OSC sean o deban ser apolíticas. No lo son,
aunque su calidad de actores políticos evitan manifestarla y da la
impresión de que se apenan de ella.
La coyuntura electoral ofrece un
campo propicio y oportuno para que civilizada,
legal y enérgicamente la sociedad haga valer sus presencia y demandas y
estas importantísimas y postergadas funciones las puede acometer con eficiencia
y propuestas bien estructuradas a través de la OSC, precisamente. Y muy estimado lector, las OSC tienen reclamos y propuestas bien
fundadas si atendemos a su pertinencia y
viabilidad. Y en lo que se refiere a resultados,
no hay duda alguna que serían
notablemente mejores que los que logra
las agencias o instancias públicas, a
las que se asocia con ineficiencia y poca transparencia, para decir lo menos.
Lo señalé en un Congreso de la Red Sonora de OSC que se
realizó en Ciudad obregón hace apenas dos meses atrás: las OSC nacen para cubrir los espacios que el
gobierno abandona y que lesiona los intereses sociales de los estratos de
población más numerosos y vulnerables.
Son mecanismos nacidos de la necesidad de satisfacer reclamos básicos de
una sociedad agraviada con el desamparo.
Es hacer lo que el gobierno, con los recursos fiscales captados con ese
pretexto, omite hacer sin justificar alguna o justificando débil y muy
forzadamente su omisión.
Es imprescindible y estratégico para las OSC incursionar en el campo de la política para
reforzar sus Programas y su presencia en la sociedad. Por supuesto,
esta incursión no obliga a declararse militantes de Partidos
políticos. Pueden ser y de facto lo son, entidades políticas y en su mayor número, son apartidistas. Pero les falta trabajo político para cobrar
mayor dimensión y para multiplicar los beneficios que generan a la sociedad
toda en lo general y a sus agremiados,
en lo particular.
Tiene razón José Woldenberg:
es el momento para las OSC.
Indicadores financieros
23 de febrero de 2012
(se anexa)
FUENTE:
Periódico EL FINANCIERO (edición Ciudad de México, 6.58 horas)
INDICADORES LÍDERES
IPC 37912.55 0%
0
DowJones 12938.67 0%
0
S&P500 1357.66 0%
0
NASDAQ 2933.17 0%
0
Dolar Spot 12.8282 0%
0
Dolar Fix 12.8296 0%
0
Euro 0.751987 -0.37%
-0.002804
WTI 107.09 0%
INDICADORES MACRO
Inflación Mensual Acumulada en el año Anual
Inflación General 1.08
nov 2011 2.97 3.48
Inflación Subyacente 0.32
nov 2011 2.83 3.28
Inflación No Subyacente 3.67
nov 3.41 4.13
Producción Valor
actual Valor anterior Variación (%)
PIB General 4.5 3T 2011 5.1 3T 2010 -0.6 %
PIB Nominal 14.5 B 3T 2011 13.28 B 3T 2010 9.4
%
PIB Per
cápita 10,194.6 3T 2011 9,030.16 3T 2010 13.5 %
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